miércoles, 31 de diciembre de 2014

Los aliados de los españoles

Luego del asesinato de Atahualpa en Cajamarca, representantes de varias naciones andinas se reunieron con los conquistadores españoles para ofrecerles su alianza. Así, curacas cañaris (de los territorios del sur del actual Ecuador), chachapoyas (de la sierra nororiental peruana) y de la confederación huanca (sierra central peruana) reafirmaron su independencia de los incas, a quienes ya se habían enfrentado por su libertad en diferentes revueltas en el pasado. Es más, estas naciones estaban especialmente enfrentadas al bando de Atahualpa por las atrocidades, al parecer, que  cometió contra sus poblaciones durante la guerra civil, según las crónicas de la conquista del Perú.
A esta situación de levantamiento general se sumaba la presencia de tres ejércitos incas del bando de Atahualpa, repartidos en diferentes regiones del imperio. Estos estaban dirigidos por los generales quiteños, Rumiñahui, Calcuchímac y Quisquis y no eran populares entre las poblaciones andinas. La situación política de los Andes en ese momento era conflictiva.
El objetivo de los conquistadores era claro: llegar a Cusco para apoderarse de las riquezas que ahí había según todas sus fuentes de información. Pero en Cusco estaban Quisquis y sus fuerzas, y no podían llegar solos. Huancas, cañaris y chachapoyas les dieron su apoyo, pero necesitaban legitimidad.
Fue por eso que los españoles se vieron en la necesidad de mantener la institución imperial incaica para «ordenar» la situación que habían creado y legitimar su presencia en los Andes centrales (todos los cronistas hablan de la sensación de miedo de los conquistadores en ese momento). Así, nombraron como Sapa Inca provisorio a un hermano de Atahualpa, al joven Toparpa, pero este murió poco tiempo después, durante la marcha que Pizarro, sus hombres y sus nuevos aliados andinos (chachapoyas, huancas y cañaris, principalmente) emprendieron desde Cajamarca a Cusco.


A LA CONQUISTA DEL TAHUANTINSUYO: LOS VIAJES DE FRANCISCO PIZARRO


Para el cumplimiento de su objetivo final, la conquista del Tahuantinsuyo, fue necesario realizar tres viajes, que según con los objetivos logrados se pueden clasificar de la siguiente manera:

Primer viaje:    VIAJE DE LA EXPLORACIÓN (1 524 – 1525  
Segundo viaje:  VIAJE DEL DESCUBRIMIENTO o de la CONFIRMACIÓN(1 526 – 1527)
      Tercer  viaje:    VIAJE DE LA CONQUISTA (1 531 – 1 532)

1. PRIMER VIAJE: EXPLORANDO LAS NUEVAS TIERRAS


Pizarro parte de Panamá, a fines de 1 524, en un barco llamado Santiago, con un centenar de españoles, 4 caballos y perros de guerra.
Avanzaron por el Mar del Sur y llegaron hasta el Puerto de Piñas, donde solo encontraron bosques. Después de unas semanas de navegación desembarcarán en un pueblo de indios donde esperaron abastecerse de alimentos pero hallaron el lugar vacío,  había sido abandonado,  solo hallaron una olla con restos humanos, evidencia que se encontraban en un pueblo de antropófagos. Después de mes y medio llegaron refuerzos de Panamá pero para ese entonces ya habían muerto 30 personas.

Las expediciones continuaron y llegaron hasta el Fortín del Cacique de las Piedras, como no encontraron a nadie en el lugar, decidieron dormir en él. Sin embargo, al amanecer fueron atacados sorpresivamente por los indios. Hubo varios heridos y muertos. Pizarro decidió regresar a la playa Chochama, en el golfo de San Miguel (cerca de Panamá) para esperar a su socio Almagro.
Mientras tanto, Almagro partía de Panamá en busca de Pizarro, siguió el mismo recorrido de su socio, llegando hasta el fortín del Cacique de las Piedras, los españoles intentaron tomar el fortín pero  los indios se defendieron, en  medio de esta lucha, Almagro perdió un ojo con un flechazo lanzado. Iracundo incendió el  Fortín por lo que a partir de ese momento, este lugar será conocido como Puerto Quemado. Finalmente los dos socios se encontraron en la playa Chochama.

2. SEGUNDO VIAJE: CONFIRMANDO LA EXISTENCIA DEL GRAN REINO


Pizarro y su hueste salieron de Chochama y continuaron su exploración por las costas hasta llegar al río San Juan, donde desembarcaron.
Pizarro ordenó al piloto Bartolomé  Ruiz a recorrer las costas, esta orden le permitirá ser el primero en cruzar la línea ecuatorial de norte a sur en el Pacifico. Pero el descubrimiento más importante fue el hallazgo de una balsa de mercaderes tumbesinos (de origen tallán). Tres de los mercaderes luego formarán parte de la expedición europea: Fernandillo, Felipillo y Francisquillo. Con este encuentro, ya no había duda de la existencia del Tahuantinsuyo.
Partieron nuevamente hacia el sur, llegando hasta la Bahía de San Mateo, donde desembarcaron y continuaron su expedición a pie. La falta de comida, las heridas, el cansancio empezaron a desmoralizar a los soldados de Pizarro, exigiéndole el regreso a Panamá. Avanzaran hasta el río Tempula, que lo llamaran Santiago. De este punto, nuevamente embarcaron y llegaron a la Isla del Gallo.
Con la urgencia de preparar otra expedición,  Almagro decide viajar a Panamá a traer más refuerzos y provisiones.

Los trece del gallo”.-  

El descontento reinaba entre los españoles quienes verán la manera de enviar una nota al  gobernador de Panamá para transmitir su descontento y solicitar ayuda, y es así que envuelto en un ovillo de algodón, envían un mensaje que  decía:

 
Mensaje que fue enviado al gobernador de Panamá denunciando
su crítica situación
Pedro de los Ríos (remplazó a Pedrarias en la gobernación) se mostró preocupado por la situación, mandará a Juan Tafur  con el objetivo de traer a Pizarro y a sus hombres.

Pizarro se rehusó a regresar. Sacó su espada y trazando una línea sobre el suelo, dijo: 

Por este lado – señalando al norte – se va a Panamá a ser pobres; por este otro, al Perú a ser ricos, escoja el que fuere buen castellano” 

Solo trece españoles decidieron seguir a Pizarro. Estos hombres fueron llamados “Los trece de la Fama” o “Los trece de la Isla del gallo”





Pizarro y sus compañeros, con ayuda de Tafur, se trasladaron a la isla de Gorgona para recoger provisiones. Allí esperaron seis meses a que los recogiera el piloto Bartolomé Ruiz.
Junto a Bartolomé continuaron su viaje al sur, y llegarán hasta Tumbes, que será bautizada como Nueva Andalucía de la Mar del Sur.
Siguieron recorriendo la costa y llegaron hasta el río Santa, al fondo apreciaron una cordillera a la que nombraron como  Sierra Morena (hoy Cordillera Negra). En este punto, deciden regresar a Panamá.

  • CAPITULACIÓN DE TOLEDO


Ante la negativa del gobernador de Panamá, de dar autorización para un tercer viaje. Los socios deciden mandar a un representante con el fin de viajar a España y solicitar directamente el permiso a los reyes. El elegido será Francisco Pizarro (fines de 1 528)
Pizarro viajará llevando pruebas de su hallazgo para captar la atención del rey Carlos I  de España (o Carlos V de Alemania).
El 26 de julio de 1529, Pizarro logró firmar un acuerdo con la corona española (reina Isabel), la cual le otorgaba el respaldo a la expedición y se fijaban los deberes y los derechos de los conquistadores.
Este documento fue la Capitulación de Toledo.

Las condiciones que se establecieron en la capitulación de Toledo, fueron las siguientes

·         FRANCISCO PIZARRO títulos de gobernador, Adelantado y Alguacil Mayor General de Nueva Castilla (Perú) y derecho a cobrar un levado sueldo.
·       DIEGO DE ALMAGRO: título de Gobernador de la Fortaleza de Tumbes se le asciende a la categoría de hidalgo y se le da el derecho a cobrar un sueldo menor al de Pizarro
          HERNANDO DE LUQUE recibe el Obispado de Tumbes y el título de Protector de los indios.

·         A los hidalgos de la hueste de la isla del Gallo se les nombra Caballeros de la Espuela Dorada.

·         A Bartolomé Ruíz se le nombró Piloto Mayor de la Mar del Sur.


3. EL TERCER VIAJE DE PIZARRO: LA CONQUISTA

Antes de partir hacia América, Pizarro fue a su ciudad de nacimiento, Trujillo de Extremadura, donde reclutó a varios miembros de  su familia. Entre ellos tenemos a sus hermanos Gonzalo, Hernando y Juan Pizarro; y,  Francisco  Martín Alcántara, hermano por parte de madre.
A  inicios de 1531, con toda la tripulación lista, partieron, casi  doscientos  españoles, desde Panamá hacia la búsqueda del reino que los haría  ricos y famosos.

Guiados por el piloto Bartolomé Ruiz llegaron a la bahía de San Mateo donde desembarcaron, a partir de ahí continuarán hasta la península Coaque. En este punto, muchos de los españoles serán atacados por la enfermedad de la verruga.

Continuaron con su recorrido hasta Tumbes, ciudad que encontraron destruida por las luchas de la guerra civil.
Durante su recorrido, conocieron al curaca de Poechos, llamado Maizavilca, quien los recibió con mucha cordialidad. Durante esta estadía, los españoles se percataron que eran espiados por un enviado de Atahualpa. Este “orejón” pudo observar a los españoles y llevar informes al soberano inca,  quien quedó tranquilo al saber que eran “simples mortales” pero que sí poseían armas poderosas y extraños animales (caballos)
Pizarro durante su tercer viaje,  fundó  la primera ciudad española en territorio del Tahuantinsuyo: San Miguel de Tangarará (15 de julio de 1532) en la actual región de Piura.

EL FIN DEL IMPERIO INCA

Desde el segundo viaje de los españoles, el Estado cuzqueño ya se encontraba inmerso en una crisis política. Debido a la lucha por el poder entre bandos distintos que apoyaban a Atahualpa y Huáscar, dicha situación favoreció a los europeos  para la invasión del Tahuantinsuyo.

Además, existen otros factores que explican la caída de todo un imperio ante la presencia de unos pocos conquistadores entre los cuales tenemos:

a) Falta de unidad e identificación de algunas etnias con el Estado inca: Debemos tener en cuenta que, en muchas ocasiones, los pueblos andinos fueron  sometidos  en contra de su voluntad por los incas. Estos pueblos consideraron la presencia  de los españoles como una oportunidad para luchar contra los incas y romper su vínculo con los cuzqueños
b) El impacto de seres extraños: La llegada de personas con rasgos muy diferentes a ellos, con elementos no comunes como armas, caballos, etc.,  trajo mucha confusión a los nativos. Llegaron a pensar que se trataba del regreso de Wiracocha.

CAPTURA DE ATAHUALPA

Pizarro continuó la expedición, conformada por 62 hombres a caballo y 106 soldados a pie. Los españoles fueron informados que el inca se encontraba en la ciudad de Cajamarca.


   
El 15 de noviembre llegaron a Cajamarca,  Pizarro ordenó que la hueste se instalara en la ciudad y envió a Hernando de Soto y luego a Hernando Pizarro a visitar al inca en su campamento de Pultumarca, en  las aguas termales, para invitarlo a una entrevista.
En dicha reunión, el inca reprochó a los españoles  el haber hecho uso de sus posesiones y bienes  y  los retó a demostrar el gran poder que decían tener atacando a un curaca que se había mostrado desleal al soberano. Ante la destreza militar que mostraron los españoles, Atahualpa dio finalizada la entrevista y señaló que en los siguientes días  iría a Cajamarca a ver a Francisco Pizarro.

a) El encuentro final.

Con la noticia de la llegada de Atahualpa, Pizarro organizó a sus soldados en posiciones estratégicas que permitieran dominar a la numerosa comitiva que acompañaría al inca y cumplir así el objetivo principal de capturar al inca.
Llegado el  día de la encuentro, el avance del inca era realizado como parte de un recorrido ritual, en la cual, los sirvientes limpiaban el polvo del camino y músicos y bailarines otorgaban a este recorrido un sentido mágico religioso.

Conducido en una litera de oro, Atahualpa se instaló en la plaza principal de la ciudad, la misma que quedó ocupada por el ejército inca. A su alrededor, no había ningún español esperándolo.

El primer  español  en salir al frente del inca, fue el sacerdote dominico fray Vicente Valverde, capellán de la expedición conquistadora.
El sacerdote llevaba  una biblia. Leyó a Atahualpa el “requerimiento”, documento que instaba al inca a aceptar voluntariamente la fe católica y el sometimiento a la autoridad del rey de España.
Uno de los traductores  indígenas comunicó  a Atahualpa el mensaje, quien luego de revisar la biblia, que sujetaba Valverde, la arrojó al suelo.

Pizarro, ante este hecho, salió de su escondite  y ordenó el ataque y la captura  del inca.

Jinetes y trompetas y el estruendo de las armas sorprendieron a los indígenas, los soldados del inca no tuvieron tiempo ni espacio para organizar una respuesta al  ataque de los españoles. Pizarro lograr llegar hasta la litera de Atahualpa, donde lo derribó  y tomó prisionero.
El impacto de la escena entre los indígenas fue devastador, el inca, el señor de los cuatro  suyos había sido bajado a la tierra y humillado, el fin del Tahuantinsuyo  había llegado. Era un 16 de noviembre de 1532

b) Prisión  y muerte de Atahualpa.

Atahualpa fue llevado prisionero al Amaruhuasi o Casa de la Serpiente, iniciándose un largo proceso de negociación.

Atahualpa ofreció una  gran cantidad  en oro y plata a cambio de obtener una alianza y cooperación. Según los cronistas, el acuerdo pactado fue que Atahualpa  entregaría, en el  lapso de cuarenta días, un cuarto de oro y dos de plata a los españoles. Pizarro aceptó entendiendo que se trataba  del pago de un rescate.

El inca prisionero temía que los españoles negociaran con Huáscar, y por ello ordenó desde su prisión,  darle muerte a su hermano. El inca  derrotado fue ahogado  en el rio Andamarca.

A pesar de haber cumplido con la entrega del rescate, fue sentenciado a muerte.  En un juicio sumario, el inca fue acusado de la muerte de su hermano (fratricida),  de ser polígamo, de ser idolatra y de preparar un ataque contra ellos.

El 16 de julio de 1533, Atahualpa fue ejecutado ante los asombrados ojos de cientos indígenas. Aunque inicialmente recibió la pena de morir  en la hoguera, en un último momento decidió aceptar el bautismo por lo que se le aplicó el garrote.




OJO 
La capitulación de Toledo fue firmada entre la reina Isabel y Francisco Pizarro, pero en el examen de San Marcos colocan en la pregunta que fue firmado con Carlos  V.








  




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