sábado, 24 de enero de 2015

REBELIÓN DE MANCO INCA




ANTECEDENTES

Después de la muerte de Atahualpa, los españoles nombraron a Túpac Huallpa como nuevo inca, los españoles lo llamaron Toparpa. Para los españoles, era necesario aparentar ante el pueblo andino,  que habían establecido una alianza con la máxima autoridad del Tahuantinsuyo.  
De esta manera, se les facilitaría el ingreso a la Ciudad Imperial, pero en Jauja, el nuevo inca será asesinado, lo que obligó  a Pizarro a buscar otro inca aliado.

EL SUCESOR: MANCO INCA

Pizarro no tendrá mucho problema en encontrar a un nuevo sucesor que le permita lograr sus objetivos, después de la muerte de Túpac Huallpa, encontrará el apoyo de Manco Inca, quien era hijo de Huayna Cápac, que al igual que Toparpa, era enemigo de Atahualpa y partidario de Huáscar.

Camino al Cusco
 
Manco Inca, el soberano aliado de los españoles 

En Jaquijahuana, casi llegando a la capital del Tahuantinsuyo, los españoles reciben la visita de Manco Inca. El hijo de Huayna Cápac ofrece apoyo para vencer a las tropas de Quisquis (general atahualpista) que se resistía militarmente en el Cusco, a cambio que sea nombrado inca. 
Manco Inca creía que apoyando a los recién llegados lograría  restablecer el Tahuantinsuyo (según él, cuyo orden había sido alterado por Atahualpa). En cambio, los españoles veían en él, a un soberano manipulable que los ayudaría a sacar el máximo provecho de su estadía en el Cusco.
En estas circunstancias, Manco Inca fue nombrado nuevo inca por los españoles. Sólo tenía veinte años cuando estableció la alianza con los españoles.  Al llegar a las afueras del Cusco, Manco Inca luchó junto a los españoles y  los capitanes de los chachapoyas, huancas y cañaris contra el general Quisquis
Una vez que toda resistencia atahualpista fue vencida, los españoles con su aliado incondicional, Manco Inca, hacen su ingreso triunfal al corazón del reino inca.


LA GRAN REBELIÓN DE 1536

A.   Despertando a la realidad: el inicio de la rebelión

El apoyo de Manco Inca a los españoles no duró mucho tiempo, debido a que los conquistadores, al llegar a la capital se dedicaron al saqueo y destrucción de la ciudad, inclusive,  el mismo inca fue víctima de humillaciones por parte de sus supuestos aliados. Manco Inca se dio cuenta de las verdaderas intenciones de los españoles y de su ambición por el oro y plata.

En 1536, la hueste española en el Cusco había disminuido. Francisco Pizarro se encontraba en Lima. Diego de Almagro se hallaba ocupado en su expedición a sus territorios en Chile. Hernando y Juan Pizarro eran los encargados de custodiar al inca en el Cusco.

Manco Inca, aprovechándose de la gran codicia de los españoles logró engañarlos, le contó a Hernando Pizarro que conocía el lugar donde se encontraban los tesoros incas y le pidió permiso para ir en busca de ellos. El español cegado por su ambición fue fácilmente engañado. Manco Inca pudo salir de su cautiverio y preparar su ofensiva contra los invasores.

Una vez libre, Manco Inca se dirigió al Valle de Yucay y logró armar un gran ejército de indígenas.

B.   Cerco del Cusco:



Recuperando la capital inca.
La acción sobre  la ciudad cusqueña fue dirigida por Manco Inca. Las tropas de Manco Inca rodearon la ciudad  el 3 de mayo de 1536, se calcula que fueron unos 180 000 hombres indígenas, los españoles en cambio eran menos de doscientos pero contaban con la ayuda de más de treinta mil indígenas de apoyo.


Una de las estrategias de Manco Inca fue la de atacar a los caballos de los españoles, cavando grandes huecos en las calles del Cusco con el objetivo de romper las patas de los grandes animales.

El encargado de defender la ciudad, por parte de los españoles,  fue Hernando Pizarro. Las tropas de Manco Inca avanzaron sobre la ciudad logrando aislar el lugar,  cortaron todo tipo de abastecimiento de alimentos.

La defensa de los españoles era cada vez más difícil, más aun  cuando las tropas de Manco Inca tomaron la fortaleza de Sacsayhuamán, lugar estratégico militar que permitía controlar de manera más fácil la ciudad.

Sobre Juan Pizarro recayó la responsabilidad de recuperar la fortaleza, para ello tuvo que enfrentarse a un valeroso general indígena llamado Cahuide, quien defendió la fortaleza desde lo más alto con la fiereza de un guerrero inca,.

Cuando la fortaleza estaba siendo recuperada, Cahuide se lanzó desde uno de los terrones para evitar caer como prisionero de los españoles.

Sacrificio de Cahuide


Final del cerco cusqueño.

La toma del Cusco duró muchos meses. Al transcurrir el tiempo, el cansancio y la falta de provisiones agotaban a los soldados de las tropas del inca. Muchos optaron por abandonar el cerco y retirarse a sus campos para retomar sus actividades agrícolas.

Mientras que las tropas del inca se debilitaban, la defensa española se fortalecía con la llegada de las huestes de Diego de Almagro que regresaban de su fracasada expedición a las tierras del Sur (Chile), pero con muchas ganas de  apoderarse de la ciudad cusqueña.

Manco Inca se dio cuenta que ya no podía sostener más el cerco cusqueño y puso fin a su estrategia. Luego de lo cual, se refugió en Vilcabamba para recuperar fuerzas para  retomar la ofensiva.

A.   Cerco de Lima: 

La toma de la ciudad de los reyes 

Desde Lima, Francisco Pizarro envió expediciones militares para apoyar a sus hermanos en el Cusco, pero todos estos intentos fracasaron en el recorrido hacia la capital imperial, ya que, fueron atacadas por los indígenas.

El cerco de Lima estuvo dirigido por  Titu Quizu Yupanqui. Salió de Tambo con unos 25 000 soldados, con expresa orden de Manco Inca.  En los últimos días del mes de agosto, se produjo el cerco de Lima. En agosto de 1536, el líder Titu Quizu Yupanqui tomó el cerro San Cristóbal y sitió Lima. El enfrentamiento fue reñido, y en la batalla de Atocongo, los incas  empezaron a usar armas europeas, ya no tenían miedo a la superioridad bélica. Pero Francisco Pizarro con apoyo de sus aliados andinos logró vencerlo.

Final del cerco

Titu Quizu Yupanqui ingresó  hasta la Plaza de Armas de Lima, ahí fue sorprendido por las tropas españolas y después de una lucha larga, el líder andino murió. Sin  Titu Quizu Yupanqui a la cabeza de las tropas andinas, sus soldados se dispersaron, finalmente la ciudad de Lima fue  recuperada en su totalidad por los españoles.

B.   Los vencedores de la rebelión: los españoles y sus aliados 

La victoria española se debió básicamente  al apoyo de numerosas etnias indígenas, como los huancas, los huaylas y los yungas que aprovecharon la presencia española para enfrentarse a los incas, que hace un tiempo atrás los habían sometido.
Los yungas de Lurigancho, Surco, Pachacama, Chilca y Huarochiri lucharon junto a Francisco Pizarro contra Titu Quizu Yupanqui en Lima. Por ello se propone que fue una batalla de indígenas contra indígenas.




Se recomienda ver este video.

Descubrimiento arqueológico en la zona de Ate, se hallaron evidencias humanas que nos revela mucho mas información  de lo que fue la gran resistencia de 1 536.

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